jueves, 28 de enero de 2010

30 cosas que el porno te hace creer

Todos sabemos que el porno en general no es mas que fantasías y situaciones que en la vida real no pasarían, pero que aun así creemos, je. Aquí les dejo algunos puntos que hemos creído gracias a los productores del porno.

Las mujeres se meten con tacones de aguja en la cama.
Los hombres nunca sufren de impotencia.
Cuando le practicas sexo oral a una mujer, 10 segundos son más que suficientes.
Si una mujer es sorprendida por un extraño mientras se masturba, no gritará avergonzada, sino que insistirá en tener sexo con él.
Las mujeres sonríen agradecidas cuando los hombres salpican su cara de semen.
Las mujeres disfrutan del sexo con hombres feos de mediana edad.
Las mujeres gimen incontroladamente mientras hacen una mamada.
Las mujeres siempre alcanzan el orgasmo cuando lo hacen los hombres.
Una mamada siempre librará a una mujer de una multa de tráfico.
Todas las mujeres follan ruidosamente.
La gente, allá por los 70, no podía tener sexo si no sonaba de fondo un potente solo de guitarra.
Esas tetas son reales.
Una práctica sexual común y satisfactoria para el hombre consiste en coger su pene semi-erecto y azotar con él las nalgas de la mujer.
Los hombres siempre gruñen “OH, SÍ” al correrse.
Si hay dos de ellos, lo celebrarán como futbolistas (y a la chica no le importará).
La doble penetración hace sonreír a las mujeres (y el DVDA las hace sonrojarse de placer).
No hay hombres asiáticos.
Si te encuentras a una pareja follando entre los matorrales, el novio no te golpeara por meterle la polla en la boca a su novia.
Hay una trama.
Cuando esté copulando desde atrás, un hombre puede excitar un montón a una mujer dándole un cariñoso azote en el culo.
Las enfermeras le chupan la polla a los pacientes.
Los hombres siempre practican la “marcha atrás” (con éxito).
Cuando tu novia sorprenda a su mejor amiga comiéndotela, sólo pasará unos segundos anonadada antes de cogerse a los dos.
Las mujeres no tienen nunca dolores de cabeza… ni la regla.
Cuando una mujer está chupándosela a un hombre, es conveniente que él la diga a ella “chúpala”.
Los culos siempre están limpios.
El que un hombre eyacule sobre las nalgas de una mujer es un resultado satisfactorio para todas las partes implicadas.
Las mujeres siempre parecen gratamente sorprendidas al desabrocharle a un hombre los pantalones y encontrarse una polla.
Los hombres no tienen que rogar.
Mientras está de pie recibiendo una mamada, el hombre siempre situará una mano en la parte de atrás de la cabeza de la mujer, mientras apoya la otra en su cadera con orgullo.

1 comentario:

El Rulfiano dijo...

Eso es precisamente lo que vende la industria porno: fantasías.
Bien por las parejas que ven juntos cintas así y se dan la oportunidad de practicar una que otra peripecia escenica.
Saludos.